miércoles, 15 de abril de 2009

HISTORIA DEL MERENGUE

La caída de la dictadura de Trujillo en 1961 abrió las puertas para el desarollo de fenómenos de masas musicales antes desconocidos en el país. Con la adopción del concepto de "fenómenos de masas" designamos la situación que representa en la música popular el nacimiento de una serie de líderes de bandas y su conversión en figuras de tipo estelar, es decir en imágenes físicas cuya sola presencia convoca el delirio de masas humanas, las cuales a su vez, invocan sus mitos y deseos en la aparición de aquéllas.Con el proceso de lo se llamó "destrujillización" y la democratización política, la sociedad dominicana empezó a forjar un nuevo rostro.
Los cambios motorizados principalmente por los sectores urbanos fueron provocando el descubrimiento de su novedoso perfil; la nación empezó a adquirir una mayor conciencia acerca de sí misma.Los músicos populares adquirieron conciencia del atraso musical que se había acumulado durante los años de encierro, y se preocuparon por actualizarse. Obtuvieron mayor libertad creativa, Rotos los límites de la dictadura, empezaron a abundar las crónicas reflejando lo cotidano, la alegría, la amargura, la queja, el dolor, el gozo. Desde que empezaron a sentirse los estertores del régimen, temas como La miseria, de Félix López, representaron una expresión que salía de los moldes de la ideología conservadora trujillista.Por otra parte, en la música se sitió una mayor soltura, y hubo en enriquecimiento sonotro. Las atrevidas danzas coreográficas introducidas por Johnny Ventura en el merengue rompieron con la tradición pasada. Ventura afirma que "el merengue tradicional estaba completamente comprometido con la tiranía", y la gente ya no quería ese ritmo comprometido; anhelaba cambios en la música y en todos los órdenes.Johnny Ventura, Félix del Rosario, Antonio Morel, Ramón Hernández, Esteban Peña, Luis Rivera, Cuco Valoy, Cheché Abreu, y otros líde4res de bandas, contribuyeron a establecer nuevos estilos de merengue, matizados por elementos urbanos.En junio de 1964, nació el Combo Show de Ventura: el combo fue la nueva modalidad de ejecución e interpretación del merengue, independientemente de que en coasiones se recurriera a la gran orquesta, como ocurría cuando se efectuaban grandes conciertos (casos de Ventura, Félix del Rosario y otros, en Nueva York y otras urbes), o de que en los años noventa Juan Luis Guerra la retomara para sus giras internacionales.Las grandes orquestas lograron mucha reputación en el mundo del espectáculo; su desaparición se produce no sólo por la caída del reino de los Trujillo, sino, y sobre todo, prque ya eran inviables económicamente. Los combos se convierten en los sustitutos porque resultan más económicos y funcionales, para responder al nuevo fenómeno de mercado que estaba en curso.
Con éstos se impuso en el merengue la lírica de las baladas, vertiente que siguieron muchos músicos y contantes, entre ellos el mismo Fernández, Alex Bueno, Ramón Orlando Valoy, Fernando Villalona, Sergio Vargas, Carlos Manuel, Rubby Pérez y otros.Una vertiente muy peculiar fue la que introdujo Luis Díaz, uno de los pioneros de este periodo, línea caracterizada por ser muy ecléctica, mezclando desde los ritmos afroantillanos hasta los estadounidenses. Todas estas posibilidades coincidieron con la existencia de varias compañías discográficas que se encargaban del manejo del mercado nacional e internacional en sus diferentes aspectos, y cuyo creciente éxito atrajo la atención de las redes multinacionales del disco; éstas pusieron sus ojos sobre la música popular dominicana.



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